El teniente Mota, al igual que otros muchos que "no tuvieron la suerte de poseer las 2000 pesetas" para librarse del "Servicio Militar" o que "prefirieron las 50 que daban por embarcarse para ir al otro extremo del mundo", se "alistó" en el ejército.
Iglesia de Baler |
El teniente José Mota formó parte de lo que podía llamarse "el prólogo" de "Los últimos de Filipinas". "La historia de los últimos de Filipinas comenzó el 27 de junio de 1898 en Baler, un enclave situado en la costa oriental de Luzón.
Meses antes, toda aquella zona, comprendida en lo que se conocía como provincia de Nueva Écija, se había convertido en un foco de contrabando de armas.
Situación de Nueva Écija. |
Por esa razón, el comandante militar, capitan Antonio López Irizarri, solicitó refuerzos para apuntalar la vigilancia. Hasta ese momento, la guarnición estaba formada por un cabo y cuatro guardias civiles".
Plano de la iglesia. |
Aquí comienza y termina el protagonismo de nuestro paisano, el teniente José Mota: "La respuesta a su petición [ del capitán Antonio López] fue el envío de 50 hombres al mando del teniente José Mota, que apenas contaba 19 años. El destacamento fue atacado una noche de octubre de 1897 y buena parte de sus miembros, incluido el joven teniente, murieron a machetazos". Así lo contó la prensa de la época.
Jesús Castro Domínguez.
www.http://pozoantiguoysusgentes.blogspot.com
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