jueves, 27 de junio de 2024

JUEGOS INFANTILES DE LOS AÑOS CINCUENTA: XI.- LAS ALFILERES.

   El juego de las alfileres era un juego del verano o de tiempo seco. Juntábamos tierra en polvo, más o menos gruesa, en un montón y nos sentábamos alrededor como si se tratara de una hoguera de un fuego de campamento (pero sin fuego).

   Una vez reunidos un grupo de jugadores se hacía el sorteo para estipular el orden de salida. Cada jugador ponía un alfiler entrecruzadas en el suelo y se cubrían con la tierra del montón, se apretaba con las manos y empezaba el juego, propiamente dicho.

   Con una piedra, más o menos plana se golpeaba el montón, con más o menos fuerza. De destaparse alguna/s alfiler/es había que retirarlas una a una del montón pero sin destapar ninguna otra; para ello había que tener habilidad suficiente para realizar su recogida. De no conseguirlo perdías las alfileres que habías conseguido destapar. Recuerdo que se solía tener otra alfiler con un pequeño gancho o punta doblada suavemente, para poder sacar las más difíciles y no destapar ninguna otra.

   Los que no conocéis el juego os preguntaréis: ¿Y cómo se guardaban las alfileres para no perderlas o para no picarse? Pues había diversas formas o sistemas "de transporte" muy original; Uno muy rudimentario era dentro de una caja de cerillas (de las que sus caras servían para "hacer santos o vistas), otra en pequeñas cajas metálicas de pastillas como las de "Laxen busto", rojas por fuera. Pero, a falta de estos utensilios tan recurridos, había otro sistema más rudimentario, e incluso práctico.

                       así se dobla el papel, folio o cartulina.                                                              Resultado final o "alfilitero" rudimentario.

   Con dos trozos alargados(de forma rectangular) de la misma medida) se colocaban en forma de ángulo recto y se iban sobreponiendo alternativamente hasta formar un pequeño prisma cuadrangular, la última cara de cada trozo se introducía en el hueco que quedaba entre las dos caras ( en vez de sobreponerla sobre el lateral que le correspondía). Una vez realizado el "alfilitero" como he explicado, se clavaban las alfileres en sus caras laterales o lados más estrechos del polígono elaborado. Este modo tan prehistórico, de colocar o guardar las alfileres, resultaba muy práctico para guardarlas en el bolso del pantalón y no picarte con sus afiladas puntas.

   Como se suele decir:¡La imaginación al poder"! o "¡A falta de pan (cajas metálicas o de cerillas) buenas son tortas!


Autor: Jesús Castro Domínguez.

http://pozoantiguoysusgentes.blogspot.com

 

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