Cuando realizábamos la limpieza de dicho recinto y al barrerlo detectamos que todo el suelo era sólido y duro. Sólo hallamos una excepción, a la entrada del mismo (a un metro de la puerta) se encontraba una superficie cuyo espacio no estaba compacto, la tierra se podía remover con las manos.
La intriga y la curiosidad se apoderó de nosotros tres. ¿Por qué esa capa de tierra no estaba endurecida? (Fot.1ª):
Fot.1ª.- Tierra removida. Foto del equipo de investigación. |
Fot.2ª.- Tierra extraída, o escombros de obra, del foso. Foto del equipo de investigación. |
De esta manera los duros trabajos fueron progresando lentamente hasta alcanzar algún metro de profundidad (Foto3ª):
Fot.3ª.- Foso de más de un metro de profundidad. Foto del equipo de investigación. |
Pronto tuvimos que utilizar escaleras y ciertas artimañas para asegurarnos, de alguna forma, alguna protección vital.(Foto4ª):
Fot.4ª.- Escaleras de madera utilizadas para la excavación. Foto del equipo de investigación. |
Este nuevo hallazgo nos llevó a concluir que era un espacio dedicado para almacenar granos u otros alimentos. De esta forma dichos productos no podían ser robados por otras personas (ejércitos invasores o"ladrones sin conciencia").
Al mismo tiempo descubrimos, al retirar un "tejón"(trozo de teja rota), algo insospechado pero anhelado durante muchos años por mi; se descubrió un hueco bajo el cual había un espacio oscuro y sin escombros. (Foto5ª):
Fot.5.-Escalones de una de las paredes, más largas, del foso. Foto del equipo de investigación. |
Jesús Castro Domínguez. (Miembro del equipo de investigación).
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