domingo, 14 de julio de 2024

JUEGOS INFANTILES DE LOS AÑOS CINCUENTA: XIX.-A LOS "MONTONICOS" O MONTONES.

    Otro de los juegos que me ha recordado Baltasar Melgar y posteriormente he comentado con Rosa Moreno, la hija de la señora Celestina y del señor Alfredo Moreno, es un juego de cartas al que jugó mucho con su padre y sus hermanos Eduardo y Jesús. Mi agradecimiento a Rosa y Baltasar.

   No siempre el tiempo permitía jugar en la calle (por lluvia, frío o helada, nevada o sol abrasador,...) pero la necesidad de jugar en la infancia hacía necesario buscar pasatiempos alternativos. Uno de ellos era el de los montones o "montonicos". Se le conocía por ambos nombres por hacerse montones o "montonicos" con las cartas o naipes. 

juego de naipes o cartas.

   Podíamos jugar: En casa o en el corral, en un cobertizo o en un soportal, pero siempre a cubierto,......el caso era jugar. Es un juego de cartas o naipes. Después de barajar convenientemente, se dividía la baraja en montones, tantos como jugadores. Si éramos muchos los jugadores, los montones se hacían más pequeños, de ahí el apelativo de "montonicos".

                                        montones o "montonicos" de naipes o cartas.  

        Previamente..... en otro montón se había depositado un "santo" por jugador. Al terminar de colocar las cartas cada jugador levantaba su montón.

                                                                                        cartas levantadas por cada uno de los seis jugadores. 

   Resultaba ganador aquel que había levantado o descubierto la carta mas alta: En la numeración del 1 al 12 sería el que levantó el rey de espadas.

  
carta ganadora(del 1 al 12.

 Pero si era por el valor que representa, (as, tres, sota, caballo o rey) sería el jugador que levantó el tres de copas.

                                       carta ganadora por el valor que representa.

    Recogía los "santos", depositados en el montón al inicio del juego o de la partida, el ganador único, pero....de haber varios ganadores, se los repartían equitativamente entre ellos.

    A continuación se repetía la misma escena, una o mil veces más, hasta que se hacía la hora de ir para casa. 


Autor: Jesús Castro Domínguez.

http://pozoantiguoysusgentes.blogspot.com


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